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A Dios rogando y con el mazo dando

¿Cuántas veces has dicho este proverbio?

¿Sabes cuál es su origen?


La tradición pone el origen del refrán en España, cuentan que a un carretero se le rompió uno de sus carros en un camino y que dio la coincidencia de que por allí transitaba San Bernardo, a quien el carretero rogó que intercediera ante Dios para que le arreglase el carro. El santo varón le dijo: “yo rogaré a Dios por ti, amigo mío, pero mientras tanto, coge un mazo y empieza a reparar la rueda rota del carro”.


El mazo es un instrumento que se usa en los oficios de fuerza, es un martillo grande de madera que se utiliza en ciertos trabajos -como los de carpintería para clavar o golpear piezas que no se quieren romper o dañar, haciendo carretas o en las carreteras. 

Quiere decir que no basta esperarlo todo de la Providencia, sino que es preciso unir el esfuerzo a la oración si nosotros obramos y Dios nos ayudará; y no queramos que nos sustente holgando. De hecho, San Benito, el fundador del Císter, exhortaba a sus frailes a vivir y practicar el 'Ora et labora' 'ora y trabaja'. Es posible que alguna vez un milagro nos saque de un apuro, pero por si acaso y mientras tanto, debemos hacer todo lo posible para solucionarlo vosotros con nuestro esfuerzo y trabajo. San Ignacio por su parte decía: «Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo que en realidad todo depende de Dios».


Y ahora que estamos iniciando la segunda semana de adviento el evangelio de Lucas nos está acompañando estas semanas de adviento y en particular en esta segunda semana el evangelista nos invita a vivir esta dinámica 'ora et labora' o sea, preparar el adviento es oración y trabajo. Es creer y actuar haciendo todo como si todo dependiera de nosotros sabiendo que todo depende de él.


De hecho, el evangelio de este domingo, nos lo recuerda a través de una figura especial, Isaías, profeta importantísimo del Antiguo Testamento, que probablemente nació en Jerusalén hacia el s. VIII a.C., lo han llamado 'el príncipe de los profetas', murió mártir y su ministerio profético fue religioso-político pues denunciaba que el pueblo y su gobierno preferían hacer alianzas con las potencias extranjeras y desconfiar de la alianza con el Señor, de hecho el pueblo será llevado cautivo a Babilonia y en medio de una grande desolación por el destierro un profeta discípulo del grande Isaías, continuando con su misma misión profética, e invita al pueblo a esperar la consolación de Dios, que llega pues, aunque hayan pecado, olvidando y desatendiendo la alianza con el Señor, él no se hace ganar en misericordia y vendrá a salvarlos de la desgracia que ellos se provocaron por confiar en otros dioses falsos. El profeta Isaías los invita a esperar pero a esperar trabajando: "En este desierto, preparen un camino al Señor"... Serán las palabras que el evangelio de Lucas 3,1-6 retomará de Is 40,1-5.


Lc 3,1-3 nos sitúa en el tiempo, los poderes políticos actuales en ese momento en contraste con las alianzas que el pueblo de Israel y sus gobernantes habían hecho con las potencias extranjeras, ahora se actualizan esas palabras, hay nuevos gobernantes extranjeros en el tiempo de Jesús, es el poder del imperio romano: Tiberio Cesar, Poncio Pilatos, Herodes, Felipe, Lisanio y los personajes importantes y autoridades máximas del Pueblo de Israel, los sumos sacerdotes, Anás y Caifás. En medio de esta situación, una nueva voz surge en el desierto y la desolación, como surgió la voz de Isaías en el s. VIII a. C. en el desierto del destierro de Babilonia.


Ahora el pueblo de Israel no está desterrado, pero el pueblo se encuentra abandonado a la suerte de gobernadores extranjeros y nativos que no dan consolación al pueblo. El Señor en medio de su historia ha decidido hacerse cercano y anuncia la llegada de la Salvación "Todo hombre verá la salvación de Dios" (Is 40,5 / Lc 3,6).

Esa voz en medio del desierto no es ahora Isaías, es Juan Bautista, que recuerda que aquellas palabras del príncipe de los profetas, Isaías, aún son vigentes, más aún, ahora en este momento de la historia se hacen definitivas, se encarnan y se realizan, la salvación será vista por cada hombre. Pero para poder verla, se debe preparar el camino. El texto dice:

"Esto ya estaba escrito en el libro del profeta Isaías: Oigan ese grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Las quebradas y los valles serán rellenados y los montes y cerros allanados. Lo tortuoso será enderezado y serán suavizadas las asperezas de los caminos. Todo mortal entonces verá la salvación de Dios" (Lc 3,4-6)


En definitiva, se nos invita a agarrar el mazo y comenzar a trabajar... nada de holgazanerías na na na... el que quiere azul celeste... exacto... que le cueste...

Preparar el camino en Isaías y en Lc proviene del verbo hebreo pannu que significa ordenar de tal manera que un lugar este listo para un huésped, en el caso del camino, para el paso del huésped, para que su camino sea ágil y pueda llegar sin tantas complicaciones al destino, para que su pie no tropiece o en encrucijadas no se pierda. Se trata de hacer claro el camino, por ello, Isaías nos invita:

"Allanen los senderos", es decir, hagan rectos los senderos, quiten la hierba para que sea claro, pero también hagan transitables los senderos, puesto que normalmente son sendas viejas y erosionadas que se confunden y se pierden en los bosques o el desierto. Allanen los senderos significa que las vías rápidas pero escondidas y olvidadas se conviertan en caminos transitables, significa trabajar para evitar los largos caminos, construir nuevas sendas en medio de la confusión del bosque o la sequedad del desierto, establecer caminos rectos o directos, por eso algunas biblias traducen como "enderecen los senderos" para decir que los hagamos transitables al punto de que se conviertan en directos para que el huésped llegue directo sin dar tantas y tantas vueltas, pobrecito quedaría mareado.

Isaías además nos recuerda: "Las quebradas y los valles serán rellenados y los montes y cerros allanados", para que el camino sea transitable, directo, rápido, el profeta Isaías invita a rellenar y rebajar. Las quebradas y los valles deben ser rellenados, donde la pendiente es demasiado baja de tal manera que luego será difícil subir, hay que rellenar el hueco para que el camino esté parejito, como decimos en México, y si hay colinas, cerros o incluso montañas hay que rebajarlas porque entre tantas subidas y bajadas el huésped no solo tardaría en llegar, tal vez ni llegaría... o llegaría exhausto, además entre las colinas y los cerros se esconderían los ladrones que podrían robarlo y dejarlo medio muerto. 

"Lo tortuoso será enderezado" para ahorrar camino, porque son caminos solapados, que solo dan vueltas, rodeos y hacen perder tiempo y "serán suavizadas las asperezas de los caminos"... todo este trabajo para realizar un camino llano, sereno, acogedor.


La cuestión a la que el evangelio está apuntando es que nuestra vida está destinada a un encuentro maravilloso: "Toda carne verá la Salvación del Señor", nuestra vida es el lugar de encuentro con esa Salvación que al mismo tiempo sale a nuestro encuentro, se llama Jesús. Y para poder encontrarla no tenemos más que preparar el camino, es nuestra parte del trabajo, ¿qué significa para mi en estos momentos de mi vida, preparar el camino, rellenar las quebradas, allanar los cerros, enderezar lo tortuoso, suavizar los caminos ásperos? ¿No se trata acaso de repensar cada día si sigo el camino trazado o si me he desviado de la ruta que me lleva a mi destino definitivo? ¿No se trata de reordenar el trayecto perdido enderezando mi voluntad si me he desviado? Todo depende que tan clara tengo la meta, el destino para el cuál mi Dios y Señor me ha creado a mi, no a mi compañero de comunidad, a mi superior, a mi padre o madre, a mis hermanos, a mi profesor, a mi compañero de viaje en esta vida.... no, no, no a mi.


Y esto me hace pensar cuantas veces uno debe reorientar el camino allanando dificultades internas y externas. Yo toco la guitarra, me gusta, y el Señor en Italia me cumplió mi deseo, alguien me donó una y puedo tocar en la parroquia donde vivo para la eucaristía dominical. Sólo que obviamente no conozco los cantos italianos y no es nada fácil cantar en otra lengua, así que gracias a Dios estoy con un pequeño grupo con el que he ido aprendiendo poco a poco cantos esenciales. Pero el gusto me ha durado poco jeje porque resulta que el experto por varias razones importantes no puede asistir siempre y me quedo sola yo a dirigir, cantar y tocar. Oh Dios... difícil, de hecho, no tengo mucho tiempo para ensayar y a veces no hay quien venga a apoyarme a cantar y me encontraba ahí... cantando y tocando... De hecho, estaba tan asustada que renuncié... no fui dos semanas a tocar... pero la patrona de mi parroquia Sta. Maria Goretti... no se hizo pasar desapercibida y a través de la gente de la parroquia y del párroco, me reclaman que porque no vine, que no importa si no se cantar todos los cantos que basta con que cante los mismos y animar la misa del domingo. Y he tenido que re enderezar mi camino y a pesar de los valles del desanimo de verme sola, del pánico de mis cerros porque me siento incapaz de subir los tonos jeje y de los mil senderos en los que me evado, mi santa patrona y mi buen Dios no hacen mas que esperarme ahí en mis sendas tortuosas para decirme que me esperan, que soy valiosa a sus ojos, que esta parte del camino ellos la conocen y vienen conmigo y siempre hay alguien a mi lado para animarme y hacer coro conmigo... y total ahí me tienen redireccionando el camino porque todo aquello que tengo es el Señor que me lo ha dado y a él solo me debo. Amen.


Y tu ¿hacia donde estás orientando tu vida? ¿es un destino que traspasa las barreras del tiempo, del espacio hasta la eternidad? ¿es un destino divino? Porque nuestra vida en definitiva, dará cuentas solo a él y él nos invita a re orientar, rehacer, recrear nuestro presente en función del futuro. Isaías lo dice claro con un ejemplo: "¿Para qué van a gastar su plata en lo que no es pan y su salario en cosas que no alimentan?", es por decir que sería tonto quien eso no hiciera, y por eso termina diciendo "Si ustedes me hacen caso, comerán cosas ricas y su paladar se deleitará con comidas exquisitas" (Is 55,2),como diciendo "no pierdas el tiempo perdiendo en caminos inútiles y desviándote hacia rutas que solo son tortuosas y no te llevan sino a dar vueltas y vueltas sin llevarte a la meta.


Por ello la pregunta que podemos hacernos es en este momento de mi vida ¿hacia dónde estoy orientándome a mi mismo y a los míos? ¿qué camino estoy tomando? ¿Me esta llevando por la ruta correcta y al destino diseñado para mi? Somos los únicos seres del universo que hemos sido dotados de racionalidades y libertad y somos los únicos que conjugando estos dotes tenemos la voluntad para decidir que cosa realizar después de conjugar nuestra razón y libertad, nada ni nadie puede o debe decidir por nosotros mismos, somos nosotros los que forjamos nuestro destino, aún cuando esté lleno de montañas, valles, senderos tortuosos etc. El camino no será fácil, pero yo decido el destino definitivo de mi vida, nadie más.


Por ejemplo, hoy en Argelia, fueron beatificados 19 mártires de la fe, laicos y religiosos entre 1992-2002. Personas que decidieron que su vida era un camino hacia el destino final y en torno a eso decidieron que camino tomar, entre ellos están también los siete monjes de Tibhirine, que fueron secuestrados en su abadía situada en el Atlas, junto a la ciudad de Medea, en marzo de 1996 y hallados decapitados dos meses después. Pidamos su intercesión para que nos ayuden a retomar el camino cuando nos desviamos, a rellenar los huecos que deja el pecado en nosotros, abajar los cerros que levantamos a veces inútilmente, y suavizar las asperezas que nos desaniman para seguir adelante.


Y en esta óptica, me vino a la mente un gran Isaías de nuestro tiempo y además mexicano, San Juan Diego Cuauhtlatoatzin "el águila que ama", nuestro Juan Dieguito, un hombre, un indígena que sabe hacer y rehacer su camino a pesar de las mil dificultades que encontrará para poder cumplir su misión, la que la Señora del Cielo, su Niña, le confía. Se trata de dificultades externas e internas, pero no cesa aún cuando se ve probada su voluntad de rodear el cerrito del Tepeyac para no encontrar esa mañana a la Señora del cielo e ir a buscar un confesor para su tío. Pero la Señora del Cielo solucionará su impedimento, le pide confianza y lo envía de nuevo donde el obispo.


La otra dificultad externa será que el obispo ni sus súbditos le creen, lo juzgan, lo siguen, lo maltratan y él en su sinceridad y confianza le pide a la Niña del cielo que mande a otro porque como él mismo se definirá no es sino un hombrecillo, un cordel, una escalerilla, la cola, hoja... nadie importante, pero la Señora del cielo lo ha elegido a este hombrecillo y cosa menuda como su embajador, el embajador del cielo. Nada menos que esta misión le ha confiado y desea que sea un indio, de esos a los que hoy seguimos aplicándoles la ley racial de los mestizos, esos no son nada. Pero la Señora del cielo lo elige a él con una misión: dar un mensaje al obispo para que le construya una casita donde recibir a sus hijos... (Para quien no conoce bien la historia abajo pongo el link del Nikan Mopohua, el relato de las apariciones de la Virgen de Guadalupe).

Y ahí va Juan Dieguito, abriendo y haciendo camino a la Señora, aplanando con su humildad y su paciencia los montes de los orgullosos que no le creen, rellenando con la ternura de sus palabras los maltratos y desdenes de los titulares de oficios eclesiásticos, enderezando la ruta cuando se desvía porque no quiere seguir la orden de la Niña de sus ojos. Saboreemos este texto:

"Señora, la más pequeña de mis hijas, Niña mía, fui a donde me enviaste a cumplir tu mandado; aunque con dificultad entré a donde es el asiento del prelado; le vi y expuse tu mensaje, así como me advertiste; me recibió benignamente y me oyó con atención; pero en cuanto me respondió, pareció que no la tuvo por cierto, me dijo: "Otra vez vendrás; te oiré más despacio: veré muy desde el principio el deseo y voluntad con que has venido..."

Comprendí perfectamente en la manera que me respondió, que piensa que es quizás invención mía que Tú quieres que aquí te hagan un templo y que acaso no es de orden tuya; por lo cual, te ruego encarecidamente, Señora y Niña mía, que a alguno de los principales, conocido, respetado y estimado le encargues que lleve tu mensaje para que le crean porque yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda, y Tú, Niña mía, la más pequeña de mis hijas, Señora, me envías a un lugar por donde no ando y donde no paro. Perdóname que te cause gran pesadumbre y caiga en tu enojo, Señora y Dueña mía"


Le respondió la Santísima Virgen: "Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad.


Respondió Juan Diego: ”Señora y Niña mía, no te cause yo aflicción; de muy buena gana iré a cumplir tu mandado; de ninguna manera dejaré de hacerlo ni tengo por penoso el camino. Iré a hacer tu voluntad; pero acaso no seré oído con agrado; o si fuere oído, quizás no se me creerá. Mañana en la tarde, cuando se ponga el sol, vendré a dar razón de tu mensaje con lo que responda el prelado. Ya de ti me despido, Hija mía la más pequeña, mi Niña y Señora. Descansa entre tanto”.

El caminante del Tepeyac, hombrecillo embajador nos enseñe a cumplir nuestra misión personal, a no temer hacer camino al andar y al volver la vista atrás podamos contemplar la senda que nunca se ha de volver a pisar pero de la cuál nos podemos enorgullecer porque es la nuestra, es la hecha al andar con el Señor entre caídas y levantadas pero en lucha sin desfallecer y llena de su inmensa misericordia.

Que como Antonio Machado podamos reconocer:


Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar.

(Extracto de Proverbios y cantares (XXIX)


¡Señor que pueda reconocer la misión personal que me confías a mí y a nadie más!


¡Que tenga el valor de rehacer el camino una y mil veces sin temor y con amor como el Águila que ama, Juan Diego Cuauhtlatoatzin!


¡Que pueda amar el camino que he recorrido hasta hoy, con mis altas y mis bajas, con mis valles y quebradas, que no tema seguir adelante aunque a veces me pierda entre mil veredas y callejas!


Que sea como aquél caminante que hace camino al andar... y que al andar haga camino hacia mi destino final, y que la muerte me encuentra a Dios rogando y con el mazo dando...



¿Cantamos caminantes? 

ÁGUILA QUE AMA

Martín Valverde

¿CUIX AMO NICAN NICA NIMONATZIN?

¿CUIZ AMO NEHUATL IN NIMOPACCAYELIZ?

AUH IN TEHUATL IN TINOTITLAN

CA HUEL MOTECH IN TINETLACANECONI


Fue allá en el Tepeyac

Donde comenzó la música,

Fue allá en el Tepeyac

Donde nacieron las flores

Donde una doncella con el sol a su espalda

Dijo ser la madre de todos los hombres.


Y por ahí pasaba el más pequeño de sus hijos

El indio Juan Diego fue entre todos elegido

Él puso por obra su aliento y palabra

No estimó que fuera cansado el camino.


CORO

Dime ¿qué pasa Juan Diego?

¿Por qué nos canta hoy el cielo?

Música y flores del Tepeyac

¿qué cosa nos vienen hoy a contar?

¿Qué es lo que envuelve tu ayate?

¿Di qué tesoro encontraste?

Dinos tú, hijo querido, el menor

¿qué es lo que dice la Madre de Dios?


¿QUÉ NO ESTOY YO AQUÍ, YO QUE SOY TU MADRE?

¿NO SOY YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA?

TÚ MI EMBAJADOR, MI MENSAJERO,

PORQUE EN TI HE PUESTO TODA MI CONFIANZA.


Pido a Dios la fuerza de aquel indio mensajero,

Llevar su palabra como el Águila que ama,

Que mi corazón como tu ayate Juan Diego

Guarde el mensaje de la Madre del cielo.

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